Con estas amigos para qué queremos enemigos

Tener enemigos es algo común en nuestra vida. No a todas las personas les vamos a caer bien y siempre habrá quien quiera que tengamos mala suerte.

Es fácil detectar cuando una persona es nuestra enemiga, lo verdaderamente complicado es detectar a un amigo que secretamente desea que nos vaya mal y con sentimientos negativos hacia nosotros.

A estas personas se les llama “Frenemy” en inglés, la palabra que indica a un ‘amigo’ (friend) que de hecho actúa como un enemigo (enemy).

En la vida de cualquier persona, un frenemy se puede encontrar en cualquier edad, desde que somos niños hasta que llegamos a la vida adulta. Es aquella que en lugar de nutrirnos espiritualmente nos llena de pensamientos poco afectivos o de respeto.

Las amigas envidiosas suelen ser más cercanas a la persona a la que le tienen celos, porque desde la posición de cercanía pueden observar cada cosa que la persona haga. Lo contradictorio de una relación con un frenemy es que por una parte estamos siendo rivales, sin que nosotros lo sepamos, mientras por otra parte suelen ser de confianza y con muestras grandes de ‘cariño’.

Estas amigas pueden bajarnos el autoestima con comentarios hirientes o fuera de lugar y nos pueden manipular para hacer elecciones o comportarnos para su conveniencia. Es como si la felicidad del frenemy dependiera de nuestra infelicidad.

Preferimos conocer las amenazas y tener claro cuando una persona busca nuestro mal, pero estas amistades parecen buscar nuestro bien, pero en realidad solo buscan su bienestar. Protegerse de este tipo de amigos es difícil, pero no algo imposible, pueden ocultar su verdadera cara, pero no sus intenciones o naturaleza.

Los frenemys suelen siempre estar en momentos de dolor, no para ser apoyo moral, sino para no perderse de la historia que nos está haciendo mal y disfrutar nuestro sufrimiento. Sin embargo en momentos de felicidad, suelen estar más intermitentemente pero disimulando la ira que les produce vernos inundados de alegría.

Su modo de ayudar suele revelar sus verdaderas intenciones, porque su ayuda será regularmente torpe y dirigida a su beneficio total, es algo completamente humano, pero lo importante es ser conscientes de ello sin pena. Mejor ser honestos con los amigos y decirles “Tengo envidia de cómo te va” a que nunca nos digan nada y sigan actuando mal en contra de nosotros.

¿Tú has tenido ‘amistades’ así? déjanos un comentario con tus experiencias y comparte esta nota, no debemos soportar amistades falsas.