Jacinto Convit, el médico que le hizo frente a la lepra
A principios del siglo pasado, la lepra en Venezuela tuvo su momento más trágico. Esta enfermedad se llevó a un talentoso poeta llamado Salmerón Acosta quien innovó la poesía en su país.
Pero otro joven, quien era científico se aferró a erradicar la enfermedad y sin importarle los riesgos estuvo en los focos de contagio hasta que dio con la vacuna que logró frenar ellas muertes por esta enfermedad.
El legendario médico venezolano Martín Vegas, quien fue el pionero en estudiar la lepra, invitó a Convit a visitar el lugar donde se encontraba cientos de pacientes que tenían lepra o lacería.
Los leprosos en aquel tiempo eran encadenados y custodiados por policías, esto le causó mucha indignación a Convit quien exigió a los guardias mejores tratos para los enfermos.
El doctor Jacinto Covit es amado y admirado por muchos de sus pacientes ya que se entregó totalmente, sin intenciones de lucrar. Un genio científico cuyos logros en el campo de la medicina le dieron múltiples galardones.
Él es conocido por desarrollar la vacuna contra la lepra y recibió el premio de “Principe de Asturias de Investigación Científica en 1988 y también lo nominaron a ser premio Nobel de medicina en 1988.
Su labor era incansable, él pasaba sus horas entre el laboratorio y atendiendo sus pacientes a los que nunca abandonó. Les daba un trato digno sin importarle su condición social.
Incluso a su avanzada edad él seguía atendiendo a cerca de 20 pacientes por día a la par que conducía el equipo de investigación del cual era también participe activo.
Cerca del final de su vida una televisora de su país se interesó por su historia ya que era notable que a su edad él siguiera dando consultas. Le preguntaron cual era el secreto de su vitalidad y su lucidez que a su edad pocas veces se veía.
“El amor cura, el odio mata…no odies jamás, ama y verás que la vida fluye como agua limpia” son sus palabras que pronunció sin vacilar ni un instante.
Este consejo que que dió lo vivió a lo largo de su vida y de su entrega total. Al final, Covit vivió 100 años, falleciendo en el 2014 por causas naturales.
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