Acepta la vejez de tu papá y de tu mamá con paciencia y amor.

A todos nos va a ocurrir, llegará un momento de la vida donde nuestros cuerpos no van a funcionar igual. Caminar la misma distancia nos va a cansar más rápido y tratar de recordar historias o vivencias se volverá más difícil. A todos nos va a ocurrir.

Para los que estamos jóvenes puede resultar tedioso y hasta desesperante lidiar con alguien viejo, pero ¿Te has puesto a pensar qué ocurrirá cuando sean tus padres los que lleguen a esa edad? Amar a tus padres en ese momento de fragilidad será un aprendizaje completo. Valorarás más lo que hicieron. Dieron todo por ti y por mí.

A lo largo de su vida pudieron haber vivido en circunstancias buenas o malas, de éxito o fracaso y quizá tú nunca sepas de las épocas malas por el amor que ellos te tienen. No sabes las veces que lloraron al verte, sabiendo que esos días no podían darte lo necesario para que crecieras. No sabes todas las ocasiones que pasaron por algo malo, pero su familia los alentaba a seguir adelante.

Para todos, nuestros padres son nuestros héroes y siempre los queremos ver felices, en pie de lucha. Sin embargo, llegará el día donde ya no los veas tan lúcidos. Quizá protestando por algo que no le pareció y hablar cosas que parecen sin sentido.

Acepta la vejez de tus padres con paciencia

Llegará ese día donde veas a tus papás sentados, viéndote y sin muchos ánimos de levantarse, viejos. Nadie nos prepara para eso. Un día perderán la compostura y se volverán más frágiles y vulnerables a enfermedades, tal y como los últimos tiempos nos lo han hecho ver. Adquirirán manías “locas”. Nos tocará aprender cómo valorarlos en ese entonces.

Ya cumplieron su tiempo a cargo y cuidado de los demás, es hora de que ellos sean cuidados y mimados por nosotros. Ya no piensan a largo plazo, ya piensan en los pequeños placeres de la vida. Cansados sí, pero ahora quieren ser ellos quienes descansan.

Es complicado aceptar que aquellos grandes hombres y mujeres que vimos cómo nuestros héroes estén ahora marchitos y no tengan control de muchas situaciones. Olvidadizos y con dificultades para moverse. Nos es difícil admitir que lo mejor de sus energías, ya ha pasado.

Algunos se irritarán porque no entienden que la tecnología ya los ha rebasado o por que cuentan la misma historia una y otra vez.

Estamos tan enajenados a la edad que provocamos discusiones para tratar de que todo siga como siempre lo hemos vivido, que ignoramos que ellos ya nos son lo que eran. Ignoramos que ya es su hora de tener más cerca el fin de su vida, y eso nos aterra pero no lo decimos, porque tenemos miedo de llegar a esa edad y estar en la misma situación.

No provoquemos tristezas en aquellos que nos dieron alegrías

Ama a tus padres aceptando con paciencia su vejez. Aceptando que ya no son ni serán los mismos. Piensa que algún día, tú estarás en la misma situación ¿Y qué querrás en ese entonces? Es difícil saberlo. La paz que da el saber que puedes contar con alguien es tranquilizadora, transmíteles esa paz.

Aceptemos que sus mejores épocas ya sucedieron y con paciencia y amor, es nuestro tiempo de cuidar de ellos. Lo mejor que podemos hacer hoy es aceptar el ciclo natural de la vida.

Algún día ese ciclo nos alcanzará a nosotros también.

Comparte esta nota con tus seres queridos mostrando respeto a nuestros héroes de toda la vida. Al final serán nuestros héroes eternos, nuestros padres.

Idea original: Andrea Pérez