Se reportó que se han perdido 796 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal.
El instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE por sus siglas en portugués) reportó que, a pesar del confinamiento social por coronavirus durante el primer trimestre del año, la deforestación ilegal de la selva amazónica creció un 63%.
La destrucción de la selva es cada vez peor, en el 2019 creció un 85% hasta alcanzar los más de 9.165 kilómetros cuadrados, su mayor crecimiento desde el 2016.
Este 7 de mayo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, autorizó enviar fuerzas armadas para combatir la deforestación y prevenir incendios como los que se presentaron en el 2019 en la región.
El año pasado el mandatario fue centro de críticas en todo el mundo por minimizar la crisis ambiental a la que se enfrenta el mundo. Fue a través de la presión mundial por la cual decidió mandar a los militares durante los incendios.
Varios grupos de ambientalistas atribuyen la destrucción del amazonas por las políticas del mandatario Bolsonaro. Erika Berenguer, especialista en ecología por la Universidad de Oxford y Lancaster, comenta que la estrategia del gobierno es fallida, puesto que está enfocada a los incendios. Sin embargo señala que se ignora que estos incendios son ocasionados por los hacendados ilegales que se dedican a la tala.
“Lamentablemente, parece que lo que podemos esperar para este año son nuevas marcas históricas de incendios forestales y deforestación”, expresó el vocero de Greenpeace, Rómulo Batista.
Argentina, su país vecino con el que comparten parte de la selva, ha reportado que hay cambios en la bajante del Paraná y de otros ríos que forman la cuenca del Plata. Ines Camilloni, investigadora del Conicet y miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha investigado los impactos en la cuenca del Plata desde hace años. Reporta que debido a los incendios se ha liberado dióxido de carbono, lo cual agrava más el cambio climático y modifica la humedad que provoca las lluvias en toda la cuenca del Plata.
Los cambios del Amazonas pueden provocar un descenso en las lluvias en Argentina y esto solo es una muestra del impacto que puede tener si la deforestación continúa. Varios científicos han llegado a la conclusión que la preservación de la selva es clave para detener el calentamiento global.
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