A pesar de que en un principio los especialistas en salud garantizaron que las personas jóvenes corrían menor riesgo a contraer el virus que los de mayor edad, las noticias que vemos día a día nos muestran lo contrario, pues cada vez aumenta más el número de niños y adolescentes que no solo se han contagiado, sino que lamentablemente han perdido la vida.
El pasado 5 de abril, el alcalde de Lipa una localidad Filipina, anunció en sus redes sociales la triste muerte de un bebé de apenas 23 días de nacido, quien no resistió las complicaciones del virus contraído tan solo 3 días antes de su fallecimiento.
Este pequeño se ha convertido en una de las víctimas más jóvenes de la pandemia en el país y desafortunadamente las cifras de bebés y niños muriendo por coronavirus va en aumento. Tan solo en los últimos días en Brasil se reportó la muerte de un bebé de cuatro días de nacido a causa de insuficiencia respiratoria y en Bolivia se registró una bebé fallecida tras una semana de haber sido ingresada a tratamiento por el virus.
A pesar de haber entrado en cuarentena obligatoria desde el pasado 17 de marzo, Filipinas ha registrado alrededor de 4.195 casos positivos, 221 fuertes y 140 pacientes recuperados; por lo que las autoridades han decidido extender su periodo de cuarentena al menos hasta el 30 de abril.
El número de casos positivos aumenta día con día en el país, y ante esto el gobierno filipino ha anunciado que están por recibir centenares de pruebas donadas por China, Corea del Sur y Brunei para la realización de pruebas masivas entre las personas con síntomas, para así evitar contagios y también aseguró que se habilitarán más laboratorios en el país para realizarlas.
Es hora de que entendamos que esto no es un juego y que al exponernos nosotros, ponemos en riesgo la vida de más personas. Por favor, quédate en casa.