Durante una caminata por el bosque, el fotógrafo Sid Saunders se tropezó con lo que pensó era un tronco de madera, al mirar de cerca se dio cuenta de que estaba lejos de ser eso, era nada más y menos que una lápida pequeña cubierta de musgo escondida entre los arbustos.
El hombre no podía dejar de mirar la piedra y la curiosidad lo llevó a limpiarla.
¨Volví al día siguiente para limpiarla un poco al igual que a su alrededor¨, dijo Saunders.

Mientras iba quitando poco a poco las hojas y el musgo, miró una inscripción en la vieja piedra.
Esto era una dedicación al familiar de alguien que al parecer había muerto en 1882.
La lápida decía “En memoria del pequeño” Duchie. Nacido en 1869. Muerto en diciembre 1882”.

Luego entendió quién había sido enterrado en ese sitio hace más de 130 años y es que la lápida tenía grabado la imagen de un pequeño conejo.

El hombre primero pensó que la lápida pertenecía a un perro pero no, estaba dedicado a un animal más pequeño, Saunders se sintió conmovido con la lápida y el mensaje en ella. Dejó la lápida impecable de limpia, pensó que quizás se había tratado de un conejo holandés, pues estos son populares como mascotas y suelen ser identificados fácilmente por su color característico, además en Inglaterra son muy populares y hay muchos criadores.
Si los conejos reciben el cuidado necesario y tienen una buena alimentación, además de cariño, pueden llegar a vivir 10 años o más.
¨Duchie¨ había vivido hasta la edad de 13 años, para Saunders no quedó duda de que fue un animalito muy amado por la familia, especialmente por la lápida que decidieron hacerle, y es que finalmente las mascotas se vuelven parte de la familia.
”Tuvo que haber vivido muy bien para tener una vida tan largo”, comentó Sid.

El lugar en donde el conejito fue enterrado ha sido propiedad privada desde el siglo XIX, por lo que Sid piensa que la familia humana del conejito eran dueños de dicha propiedad, sin embargo, ahora está al aire libre y el lugar consta de una serie de rutas de senderismo, la gente puede moverse libremente.
No se sabe por qué Duchie fue enterrado en dicho lugar en particular, pero no queda duda de que fue un conejito muy amado.

De no ser por Sid, no hubiéramos podido conocer esta historia que tiene más de 130 años, ¡muchas gracias por compartirla!
Los que tenemos o hemos tenido mascota, sabemos cuán especiales pueden volverse para toda la familia, no olvides cuidar de ellos y darles todo el amor del mundo.
F: Sid Saunders /Newsner