La triste historia de Alisa, su esposo Nikolay Tepikin y su bebé recién nacida ocurrió en Sverdlovsk, Rusia.

La joven pareja (ambos de 22 años) esperaban con ansias la llegada de su primer pequeña Anna. El día esperado llegó, Alisa entró a la sala de parto con toda la ilusión de conocer a su bebé, sin saber que ese sería el último momento que la vería.

Una error en el parto ocasionó que Alisa perdiera la vida durante el nacimiento de su pequeña. El médico que atendió el parto extrajo la placenta de Alisa de forma equivocada, pues ésta no se separó de su útero invertido, obligando a la obstetra a jalar con fuerza el cordón umbilical que trajo consigo distintos órganos del aparato reproductivo.

La bebé recién nacida fue trasladada, en compañía de su padre y abuela, a otro hospital para ser atendida tras haber sufrido una lesión menor en el cuello.

Cuando Nikolay regresó al hospital para ver a su esposa, los médicos le notificaron que su esposa Alisa se encontraba grave de salud. Sin embargo, ya era muy tarde, pues al entrar a la sala donde estaba Alisa, se encontró con la terrible noticia de que había fallecido; tenía sus ojos vendados.

Los médicos informaron que había sufrido perdida tras el tirón del cordón umbilical y que éste la había llevado a caer en coma. En seguida, Alisa sufrió de un paro cardíaco lo que le arrebató la vida.

Cuando Alisa sufrió el shock tras el sangrado, los médicos intentaron trasladarla a otro hospital para recibir mejores atenciones, pero su estado era tan crítico que volar en un helicóptero podía ser peligroso para ella.

Las declaraciones de su muerte se dieron a conocer en el mes de marzo y se dijo que oficialmente había muerto a causa de un shock severo causado por el dolor generado con la extracción agresiva de la placenta.

“La extracción manual de la placenta se podría haber hecho bajo anestesia general o con una cirugía posiblemente necesaria.”

El padre de Alisa, Dmitry Malyukov, declaró que su hija sufrió un dolor inexplicable durante la extracción de la placenta.

“Mi hija sufría, gritaba de dolor. Era tan fuerte que se le podía escuchar en todo el hospital, sin embargo el médico nunca le prestó atención.” fueron sus palabras ante el triste suceso.

Meses después, Svetlana Malyukov la madre de Alisa de 42 años, reveló la noticia con detalles con el fin de exigir a las autoridades que se actúe de forma justa y se sancione al equipo de médicos encargados.

A pesar de que el ministerio de salud regional reprimió al equipo con un castigo disciplinario, los funcionarios de salud rusa permitieron que el equipo siguiera trabajando bajo licencia.

Si bien luchar para que los médicos responsables de la negligencia sean reprimidos y retirados de su cargo, no traerán de vuelta a su hija, los padres de Alisa piden justicia para que otras familias no se vean afectadas de la misma forma.

“Espero que podamos demostrar la culpabilidad de estos médicos y no eviten el castigo.”

El Comité de Investigación de Rusia ha abierto un caso penal de gran magnitud, en el que los médicos encargados de parto podrían ser juzgados y condenados a 3 años de cárcel bajo el cargo de homicidio culposo.

“Los órganos judiciales están a cargo de establecer la culpabilidad y el grado de responsabilidad para decidir el castigo correcto.”

El equipo encargado del parto, aseguró a la familia que Alisa tuvo la oportunidad de sonreírle a su bebé en el momento que nació, sin saber que ese sería su último gesto de amor por ella.

Le arrebataron a Alisa la posibilidad de criar a su pequeña, y ahora su familia pide justicia para evitar consecuencias desafortunadas en un futuro.

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