Para muchas parejas, la idea de convertirse en padres es uno de los sueños más grandes. El hecho de formar una familia y poder compartir con ellos los momentos más especiales de la vida los llena de ilusión y entusiasmo.
Sin embargo, para muchas parejas esto permanece sólo como un sueño al no poder lograr un embarazo. La noticia de no poder convertirse en padres puede ser muy dolorosa, pero afortunadamente muchas de estas parejas no se dan por vencidos y buscan opciones alternas para realizar su sueño.
Así es la historia de Kevin y Nicole Barattini, un matrimonio estadounidense a quienes el destino les tenía otro plan. Nicole padece de PTT ( Púrpura Trombocitopénica Trombótica), un trastorno que ocasiona la producción de pequeños coágulos sanguíneos en todo el cuerpo.
Uno de los estragos de esta enfermedad es la fatiga, que en ocasiones puede ser tan fuerte que el paciente se ve obligado a acudir al médico para ser internado y recibir un intercambio de plasma.
Con tan solo tres meses de haberse comprometido ante Dios, Nicole sufrió un fuerte episodio a causa de su enfermedad, el cual la llevó al médico. A pesar de que se recuperó pronto, el médico le dio una noticia inesperada.
Según su diagnóstico, la posibilidad de que Nicole pudiera tener un hijo de forma natural existía, pero corría el riesgo de poner en peligro tanto su vida como la de su bebé, por lo que los médicos le aconsejaron que no lo hiciera.
Nicole volvió a casa muy triste, y cuando su esposo llegó le contó la terrible noticia.
“Cuando volví un día del trabajo la miré y supe que algo iba mal inmediatamente. Le pregunté ‘¿Qué pasa?’, y me dijo: ‘El médico dice que no podemos tener hijos’”.
A pesar de la mala noticia, Kevin y Nicole no se dieron por vencidos y congelaron los óvulos de Nicole para considerar otras opciones en un futuro. Con el paso del tiempo, la pareja consideró rentar un vientre, pero los costos eran bastante elevados, aproximadamente 90.000 dólares; dinero con el que no contaban.
Poco a poco las posibilidades de convertirse en padres se reducían y junto con esto, algo dentro de ellos se quebraba.
Un día Kevin y Nicole salieron a cenar con sus amigos Eran Shawn y Lianna Fives para distraer sus mentes un poco. Durante la cena, Nicole les platicó la situación por la que estaban pasando y fue ahí cuando surgió una nueva esperanza para la pareja.
Lianna interrumpió la plática para anunciar que querían tener otro hijo, pero esta ocasión no lo querían para ellos, pues ya tenían 5 pequeños, sino querían tener un hijo para sus amigos Nicole y Kevin.
“Tuve la suerte de tener cinco niños y son geniales, no podría imaginarme mi vida sin ellos. Se me rompió el corazón al ver que esta familia también lo merecía.”
Nicole no podía creer lo que sus amigos estaban dispuestos a hacer por ellos, ambos rompieron en llanto de la emoción y agradecieron infinitamente a sus amigos por este gran gesto de amor y empatía.
El proceso para preparar a Lianna consistió en inyectarle hormonas para la implantación de embriones creados con los óvulos de Nicole y el esperma de Kevin. El tratamiento fue exitoso y Lianna logró quedar embarazada no solo de un bebé, sino de dos.
El vínculo de amistad que crearon entre las parejas se fortaleció a lo largo del embarazo y cuando finalmente el día esperado llegó, todos estaban muy emocionados. Así fue como el 10 de febrero de este año, Kevin y Nicole se convirtieron en padres de los gemelos Dominic James y Luciana Rae, gracias a sus mejores amigos.
“Pensábamos que estábamos en un callejón sin salida y míranos ahora, tenemos dos bonitos hijos. Están sanos y son muy aventureros. Nos han cambiado la vida para mejor, para siempre. La gente nos pregunta: ‘¿Qué se siente tener hijos?’ y es difícil ponerlo en palabras, pero es genial, estoy deseando llegar a casa cada día tras el trabajo para estar con ellos.” – comentó Kevin.
Nicole y Kevin viven felices con esta nueva familia que formaron y afortunadamente todo ha salido de maravilla para ellos. Sus pequeños están en perfectas condiciones y ella no ha presentado otro episodio de su enfermedad.
Sin duda alguna, los corazones de Lianna y Shawn son enormes y merecen un gran reconocimiento por lo que hicieron para sus amigos.
Esperamos que esta historia sirva de motivación para muchas parejas que están teniendo dificultad para convertirse en padres, para que no pierdan la fe y confíen en que el futuro siempre les tiene un plan mejor a sus vidas.