Su nombre es Quinn Waters y pasó sus primeros 3 años encerrado sin poder tener oportunidad de salir al exterior. Resulta que el pequeño tuvo que ser internado en su casa debido a que padeció un cáncer cerebral y para prevenir cualquier recaída se decidió que debía permanecer aislado.

Sucede que tras recibir un tratamiento basado en células madre, su inmunidad natural era casi nula. Únicamente sus padres eran los que podían tener contacto con el niño. De igual manera las salidas y entradas de ellos tuvieron que estar controladas por cierto tiempo.

Su caso era delicado ya que algo tan cotidiano como un simple resfriado podría significar una nueva hospitalización.

El niño fue muy valiente todo el tiempo, demás siempre mantuvo una buena actitud a pesar de todo. Por fortuna mucha gente tuvo muy buenas intenciones para con el niño, ya que cuando la noticia se conoció, fueron vecinos e incluso bailarines hasta su casa, y desde la ventana el niño podía ver y divertirse con la gente que se acercaba a pasar un tiempo con el niño.

Por supuesto, los padres están muy agradecidos por todo lo que los demás hicieron con su hijo y el cómo le imprimió energía al pequeño y ayudaron para que el niño tuviera una actitud más feliz.

Por fortuna, el pequeño ya pudo salir de su casa, además fue a un juego de Boston Bruins, ya que fue invitado a que lanzara el disco. Incluso hizo su primer viaje a la playa. Claro, todo con la aprobación de los doctores.

El niño es una gran inspiración que a pesar de su enfermedad y su condición, supo mantener una actitud de esperanza, gracias también a todas las personas que se acercaron a ayudarlo y darle fueras.

Por favor comparte con todos su inspiradora historia.