Más de un susto se han llevado quienes gustan de explorar los glaciares y emprender caminatas en la nieve. No es de sorprender que el calentamiento global haya producido impresionantes estragos en la naturaleza, y los grandes deshielos son la prueba más evidente del desorden que sufre el planeta. La evidencia: un guía de los Alpes suizos ha sido testigo del más impactante hallazgo.

Un guía del monte Cervino encontró el cuerpo de un escalador japonés debido al derretimiento de los glaciares. Pero ese hallazgo apenas era la punta del iceberg… literalmente hablando.

No es la primera vez que se hace un descubrimiento de esas características. En la última década, en Suiza se han encontrado cadáveres que permanecieron atrapados en los glaciares en una zona en la que se reportó la desaparición de casi 300 personas, que no dejaron ningún rastro desde 1926, según declaraciones de la policía suiza del cantón de Valais.

Hace unos años, se reportó también el hallazgo de cuerpos congelados en perfecto estado de conservación, que pertenecían a Marcelin y Francine Dumoulin, una pareja que fue declarada como desaparecida el 15 de agosto de 1942. Los cuerpos llevaban ropa de la Segunda Guerra Mundial. Junto a ellos se encontró además un reloj, una botella, una mochila y un libro. “Hemos pasado nuestras vidas buscándoles, sin parar”, dijo Marceline Udry-Dumoulin, la hija menor del matrimonio.

Por otra parte, del glaciar alpino Aletsch también se obtuvo en 2012 los cadáveres de los hermanos Johann, Cletus y Fidelis Ebener, de quienes no se tenía noticia desde 1926 cuando salieron a realizar una expedición.

Restos humanos, botas y equipamiento de montaña también fue encontrado por unos montañistas y se dilucidó una desaparición ocurrida 90 años antes.

En 2014 fueron encontrados también los restos de Jonathan Conville, quien se perdió en la montaña en 1979. El mismo año fue encontrado en un glaciar del cantón de Berna el cuerpo de un explorador checo perdido desde 1974.

Lo mismo sucedió con los cuerpos de los japoneses Michio Oikawa y Masayuki Kobayashi, desaparecidos el 18 de agosto de 1970, quienes al parecer fueron sorprendidos por una tormenta de nieve.

Desde que existen registros, en 1880, la longitud y el grosor de los glaciares suizos se ha visto muy reducida, según lo declaró GLAMOS, una red integrada por varias universidades suizas y financiada por el Ministerio de Medioambiente del país.

El glaciar Tsanfleuron ha perdido desde 1884 una longitud de 1,926 metros y el Morteratsch, 2,804 metros desde 1878. Mientras que en 2017 un total de 80 glaciares siguieron derritiéndose y la tendencia continúa.

Son verdaderamente impactantes los destrozos que estamos haciendo en la naturaleza. Aunque pocas veces reflexionamos sobre un aspecto que olvidamos: el clima del planeta cambia porque tiene que cambiar. Hay un movimiento llamado “Precesión”, que obliga a cambiar la inclinación del eje rotatorio, lo cual tienen incidencia directa en el clima.