Según informa El Comercio, las autoridades médicas consideran que la próxima semana es «absolutamente crucial» para confirmar que se produce un cambio de tendencia

En Italia la pandemia del coronavirus podría haber pasado el pico máximo de contagiados. El domingo se sumaron casi 4.000 contagiados, un dato bastante inferior a los 3 días anteriores. Como buena noticia, disminuyeron la cifra de muerto: 651 frente a los 793 de la jornada anterior. Los fallecidos suman un total de 5.476 y 59.000 personas infectadas por el coronavirus COVID-19 y ya son más de 7.000 las personas que se han curado. El jefe de Protección Civil y comisario de esta crisis, afirmó que los números reflejaban una «inversión de tendencia» y reconoció su deseo que de estos datos sean confirmados en los próximos días. Pero también manifestó que no se debe bajar la guardia y seguir con las medidas de seguridad oportunas.

El presidente del Consejo Superior de Sanidad, Fanco Locatelli, comentó que las últimas cifras muestran que se nota la eficacia de las medidas de contención adoptadas. Estas medidas de contingencia fueron aprobadas el pasado 10 de marzo en el que solo se podría salir de casa para trabajar, sanitarios o de necesidad y para hacer la compra. Franco Locatelli detalló que esperaban ver los resultados de estas medidas en «dos o tres semanas» para poder afirmar que la pandemia comienza a remitir. «Esperamos finalmente ver un señal de inversión de tendencia», dijo el presidente del Consejo Superior de Sanidad, que hacía hincapié en seguir realizando las medidas de seguridad.

El primer ministro Giuseppe Conte ordenaba el cierre de todas las fabricas y actividades económicas que no fueran imprescindibles para la producción de servicios de primera necesidad hasta el día 3 de abril. El ministerio a su vez, anunciaba que estaba prohibido realizar cualquier tipo de desplazamiento de un municipio a otro salvo por causas de trabajo. De esta manera lo que se quiere evitar es que las zonas más infectadas escapen a segundas viviendas menos golpeadas por la pandemia.

«La decisión tomada por el Gobierno es la de cerrar en todo el territorio nacional toda actividad productiva que no sea estrictamente necesaria, crucial e indispensable para garantizar bienes y servicios esenciales», dijo el jefe del Ejecutivo, que reconoció que se trataba de medidas «severas», pero necesarias porque el país está sumido en «su crisis más difícil desde la Segunda Guerra Mundial»

El primer ministro quiso dejar bien claro que se mantienen abiertos supermercados, farmacias, tiendas de productos de primera necesidad, bancos y oficinas de correos.  «Máxima calma, no hay que correr a hacer la compra ni formar colas que no se justifican», recalcó después de que un día se volvieran a registrar largas colas de personas a las puertas de los supermercados. También seguirán abiertas las gasolineras, estancos, kioscos y por supuesto aquellas empresas del sector agroalimentario, sanitario y energético.

«Aseguramos las actividades y los servicios públicos esenciales», decía Conte, recalcando que excepto las actividades productivas relevantes, el resto, debería realizar mediante teletrabajo en casa. «No es una decisión fácil, pero nos consiente afrontar la fase más aguda del contagio. Es una decisión necesaria para contener todo lo que sea posible la difusión de la epidemia». A estas restricciones del Gobierno también se sumaban otras adoptadas por autoridades regionales de algunos territorios. En Lombardía, la zona más afectada por el coronavirus con la mitad de los contagios, prohibía la práctica de cualquier deporte al aire libre y por supuesto cualquier deporte en grupo. Attilio Fontana, anunció que aquellas personas que no respeten estas medidas podrán ser multados con 5.000 euros.

Fuente: El Comercio